domingo, 21 de febrero de 2010

Fondo Grande al timón

Por: Cristino Alberto Gómez
Foto: Gómez L, LB.

Fondo Grande
Hace apenas unos años, poco se sabía de ella. Era una de esas comunidades alejadas de los centros urbanos, cuya atención recibida por la sociedad a su alrededor ha sido tan escasa que tales campos no han merecido siquiera un lugar dentro del mapa. Mientras tanto, sus habitantes unían esfuerzos para enfrentar las precariedades de vida y construir un futuro mejor para sus descendientes.
La comunidad de Fondo Grande se encuentra en el municipio Loma de Cabrera, República Dominicana, haciendo frontera con Haití. Inicialmente fueron poblados los dos costados del Río Manatí, que la atraviesa de oeste a este. Se trata de mediados del siglo XX, después de la masacre haitiana de 1937. Como esas tierras quedaron despobladas, el presidente Rafael Trujillo facilitó su adquisición a familias provenientes de otros predios, ante el peligro de la ocupación por nacionales haitianos. Fue así como se les ofreció terrenos, animales, dinero y casas a quienes decidieran mudarse en la frontera.
Edificación de una historia
Unas cuantas familias llegaron de Puerto Plata, Valverde y otras provincias. Inmediatamente empezaron a cultivar la tierra y a organizarse en convites[1] y juntas para obtener las ventajas del trabajo en equipo. Pero se les dificultaba el acceso a los mercados, de manera que producían para consumo familiar y cargaban al hombro y en animales una parte de sus cosechas, las cuales vendían en Loma de Cabrera, para con los recursos generados comprar aquellas cosas que no podían producir en el campo.
Este problema podía ser aliviado si se contaba con una carretera que superara el estrecho camino que habían abierto cuando llegaron los primeros habitantes de la comunidad. Así lo pensaron los fondograndenses de entonces, y trabajaron con picos y palas en la construcción de una carretera a donde pudieran acceder los vehículos y en ellos viajar llevando los productos al mercado en mayor cantidad y menos tiempo.
Construyeron también una escuela en la década de 1970 (fabricando los bloques en la misma comunidad por la dificultad de transportarlos desde otro lugar), local que sería también el centro comunal de entonces por la inexistencia de algún otro espacio comunitario. Allí se reunía el ya existente Centro de Madres la Esperanza y la Amistad, y en general la comunidad a realizar diferentes actividades socio-culturales. Pronto surgió también la Asociación de Agricultores Juan Pablo Duarte y hace tres años la Organización Juvenil Fondo Grande Adelante.
Gracias a la existencia de esas organizaciones, varios proyectos han sido implementados, con el apoyo de entidades nacionales e internacionales. Algunos de ellos han sido: crianza de aves y ganado, parcelas sostenibles, construcción de sanitarios, estufas, paneles solares, acueducto y recientemente la instalación de una microcentral hidroeléctrica.
El proyecto hidroeléctrico fue ejecutado por la comunidad, con financiamiento del Programa de Pequeños Subsidios (SGP/FMAM/PNUD) y cofinanciamiento de la Unidad de Electrificación Rural y Sub-Urbana (UERS-CDEEE), el Centro Alternativo Rural El Limón (CAREL), PADF-Chevron y los ayuntamientos de Loma de Cabrera y Capotillo. Su ejecución ha sido realizada con el fin de proveer energía limpia a los comunitarios de Fondo Grande, impulsando el desarrollo al mismo tiempo que se protege la cuenca del Río Manatí, en el cual desemboca el Grand Fond, donde está ubicada la pequeña presa.
La ejecución del proyecto hidroeléctrico en Fondo Grande se puede considerar como la línea divisoria de dos marcadas etapas en el desarrollo de la comunidad. Una vez se cuenta con la energía hay muchas alternativas de vida con las cuales no se contaba anteriormente. Es posible entonces pensar en proyectos que generen mayor bienestar económico a través de la maximización de los ingresos, finalidad que puede ser alcanzada mediante la agregación de valor a los productos.
El despegue
En el presente ensayo enfatizaré uno de los proyectos que han surgido en la etapa que sucede la referida línea divisoria, específicamente el establecimiento de sistemas de producción con cacao y frutales, al cual estuve involucrado, y la manera como la comunidad ha jugado un rol protagónico durante su proceso de desarrollo.
Empecemos por la idea del proyecto. Los agricultores de Fondo Grande buscaban una alternativa para generar los productos agrícolas que les permitieran obtener los ingresos necesarios para generar bienestar a sus familias y hacer a la vez un manejo apropiado de los recursos naturales. Esto responde al proceso de concientización de los habitantes de la comunidad durante la ejecución del proyecto hidroeléctrico, cuando tuvieron la oportunidad de participar en diferentes actividades relativas a temas medioambientales y sobre desarrollo sostenible. Igualmente, su participación directa en todos los procesos les permitía determinar en cada momento lo que la comunidad necesitaba y en conjunto buscar soluciones.
Fue considerado un reto la transformación de la agricultura hacia una práctica más sostenible. Hasta entonces había sido siempre la misma historia: chapear un terreno, esperar que se queme la biomasa, quemar, sembrar un cultivo anual, repasar, cosechar e iniciar el círculo en un nuevo terreno. De esa manera, los suelos se degradaban considerablemente, el costo de preparar cada vez un nuevo terreno era alto y la agricultura estaba lejos de ser una actividad sostenible.
La propuesta. En la elaboración de la propuesta influyeron varios factores. Uno de ellos fue la cultura cacaotalera de la República Dominicana, líder mundial en exportación de cacao orgánico. Este cultivo forma parte de la producción de la mayoría de los agricultores en Fondo Grande, recordando la procedencia de gran parte de ellos: Puerto Plata, un polo cacaotalero en el país. Sin embargo, a pesar de su pasión por el cacao, las familias sólo poseían pequeñas áreas o contado número de árboles de cacao junto al patio o en la sombra de una cañada. Tradicionalmente se utilizaron para producir artesanalmente el chocolate y en los últimos años se vendía casi la totalidad del cacao a un intermediario.
Mientras tanto, yo realizaba una pasantía en temas relacionados con los sistemas de producción de cacao, lo que definió mi posibilidad de participar junto a la Asociación de Agricultores Juan Pablo Duarte para planificar un proyecto de producción de cacao. La idea fue que no sólo incluyera cacao y la sombra de leguminosas, sino también otras fuentes de ingresos que pudieran complementar las entradas que generara el cacao. Entonces se formuló un perfil para producción orgánica de cacao y frutales.
En una comunidad que comprende el sentido, la importancia y los beneficios de la colaboración no hay límites ni condiciones para que sus miembros participen. El diagnóstico para la elaboración de la propuesta fue realizado a través de un censo por los jóvenes de la comunidad, quienes recién fundaban la Organización Juvenil Fondo Grande Adelante, determinando los niveles de interés de los comunitarios en establecer un proyecto de este tipo, así como los beneficiarios potenciales y preferencias de asociación del cultivo.
Yo era parte de la organización y di apoyo en la estructuración de la propuesta, que fue presentada para aprobación de la Asociación en enero de 2008. La comunidad quedó con el documento en manos y fue ella quien se movió tras de los recursos que necesitaba para poder implementar el proyecto. En este paso es muy importante resaltar su propio convencimiento, pues la idea había salido de ella y sus miembros entendían la importancia del proyecto. Le presentaron el proyecto a varias agencias hasta que la responsabilidad de su financiamiento fue asumida por el SGP, coincidiendo con el deseo de dar continuidad a las acciones del programa en Fondo Grande. La comunidad aportaría la mano de obra como contrapartida.
Ejecución del proyecto. Después de varias etapas de correcciones al perfil y detalles en la formulación, realizadas junto a la Asociación de Agricultores Juan Pablo Duarte y el ya existente Consejo para el Desarrollo de Fondo Grande, la propuesta fue aprobada en junio. Era tiempo de dar inicio al proyecto en la práctica, que tendría una duración de dos años. Este fue un momento tan desafiante como emotivo. Por primera vez el Consejo para el Desarrollo de Fondo Grande como nueva institución iniciaba ejecutando un proyecto. Sin embargo, como se detallará en la siguiente sección, no ha sido la única vez que ha fungido como organización ejecutora.
Se reformuló nuevamente el número de beneficiarios para cubrir a todos los verdaderos interesados en el proyecto, siendo éstos un total de veinte, organizados en brigadas de cinco personas por día, liberando el viernes. Labores paralelas de reforestación a través del Plan Nacional Quisqueya Verde permitieron maximizar el alcance de los objetivos del proyecto en cuanto a la sensibilización sobre temas medioambientales y la recuperación de la cobertura vegetal.
Una experiencia previa
En la sección anterior dije que aunque el proyecto agroforestal con cacao fue el primero iniciado por el Consejo para el Desarrollo de Fondo Grande, no era la primera vez que estaba a su cargo la ejecución de un proyecto. La comunidad se había visto en la necesidad de aprender a administrar los proyectos a través de los cuales perseguir el bienestar de sus habitantes. Todo se debió a una experiencia difícil que les permitió desarrollarse y enfrentar el camino a su progreso.
Durante la ejecución del proyecto hidroeléctrico que financió el SGP, la comunidad sufrió los efectos de la irresponsable administración de fondos por parte de la organización ejecutora  (CA-UCA), cuyas acciones no sólo resultaron en la extensión del período de ejecución desde dos a siete años, sino que dejaron a la comunidad en situación de tener que gestionar todos los recursos faltantes para completar la implementación de un proyecto millonario.
La comunidad de Fondo Grande fue capaz de hacer frente a esa situación y demostró que cuando se tienen objetivos bien definidos, compartidos, y hay apropiación de los procesos de desarrollo por parte de los miembros de una comunidad, las acciones pueden ser implementadas por ellos mismos, capaces de tomar decisiones y definir propiamente el futuro deseado. El proceso de convencimiento para entender esta realidad ha sido un aspecto fundamental en la definición de lo que he llamado la línea divisoria en la historia de la comunidad de Fondo Grande.
Los retos
En la nueva era de la historia de Fondo Grande quedan pendientes muchos retos, unos mayores a otros. El proyecto en ejecución detallado en este documento es apenas uno de ellos. Una notable cantidad de esos retos se ha convertido en el conjunto de programas y proyectos que conforman el Plan Estratégico 2009-2024, documento que define el norte hacia donde se dirige la comunidad y la manera como se pretende avanzar hacia él.
Algunos temas tomados en cuenta por los comunitarios mientras elaboraban su Plan Estratégico incluyeron el fortalecimiento del Recurso Humano, el fomento de actividades sostenibles para el mejoramiento de la calidad de vida, el apropiado manejo de los recursos naturales, la gestión de servicios básicos y complementarios con los cuales la comunidad no cuenta todavía. Todos estos procesos serán liderados por la comunidad, cuyas familias en su totalidad conforman el Consejo para el Desarrollo de Fondo Grande.
La visión de nuestra comunidad a 15 años es ser modelo de desarrollo sostenible en la República Dominicana. Mediante el fortalecimiento de las capacidades locales y apropiación sobre los procesos que generarán el bienestar soñado por todos sus  miembros, Fondo Grande seguirá siendo ejemplo de la capacidad que tienen las comunidades como protagonistas de su propio desarrollo.

[1] Convite: los agricultores se organizan y trabajan un día completo en la parcela de uno de ellos. Luego rotan yendo a todas las propiedades.

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