Sergio Reyes II.
El pasado viernes 18 de Noviembre, en un plantel educativo de una remota comunidad fronteriza dominicana se llevó a cabo un acto de profunda significación, a pesar de su sencillez. Se procedió a entregar uniformes y útiles escolares necesarios para el aprendizaje a un total de 36 párvulos que luchan día a día por hacer realidad el milagro de la enseñanza, en condiciones sumamente difíciles, tanto para ellos como para sus familiares, quienes arrastran una precaria situación socioeconómica que apenas les permite asumir, medianamente, las necesidades básicas en sus hogares.
Conscientes de esa situación, un conjunto de hijos agradecidos de esa comunidad
y esa escuela, que se encuentran residiendo en diferentes latitudes, así como amigos y relacionados a quienes se solicitó su apoyo y solidaridad, procedieron a darle curso a una iniciativa que había venido siendo motivada desde unos meses atrás,En ese tenor, los párvulos de la escuelita rural de la comunidad de Pueblo Nuevo, en el Distrito Municipal de Capotillo –Provincia Dajabón-, se vieron rebosantes de alegría al participar en un emotivo acto en el que se vieron obsequiados con uniformes, útiles escolares, diccionarios, mapas y otros equipos básicos para ser usados como material de apoyo de la docencia. Asimismo, disfrutaron de un suculento almuerzo, refrescos, bizcocho, golosinas y repartición de juguetes y ropa en general, con lo que la satisfacción y alegría alcanzó su punto más notable.
Una delegación encabezada por antiguos alumnos del citado plantel fronterizo residentes en la ciudad de New York, representantes de entidades del quehacer cultural en la región, amigos y relacionados, se fundieron junto al abnegado Maestro Sucre Apolinar Leclerc, padres y personal de apoyo de la escuela y procedieron a la realización de una actividad que por su emotividad será recordada por siempre, por los allí presentes.
Ante los escolares, profesores, padres y demás miembros del caserío de Pueblo Nuevo, al tiempo que procedían a la entrega de los presentes, los ex-alumnos Isabel Tejada Reyes –Maritza- e Ignacio Portes junto a Leonarda de la Cruz –Nancy- ( en representación de Ediciones de la Frontera –EDIFRON- ) y la solidaria amiga centroamericana Zolanda Guerra, se comprometieron a continuar desarrollando actividades en pro del mejoramiento de las condiciones físicas del plantel, que adolece de graves vicios de construcción los cuales ponen en peligro las vidas de alumnos y profesores; de igual forma, informaron que continuarán desarrollando gestiones de captación de ayudas en útiles, equipos escolares y otro tipo de aportes, que permitan garantizarle al plantel, sus estudiantes y el profesorado, las condiciones básicas para la enseñanza.
Al agradecer el gesto de solidaridad encaminado por los antiguos alumnos, amigos y relacionados, el profesor Leclerc no dejó escapar la ocasión para recalcar la necesidad de que las autoridades del Ministerio de Educación y demás organismos gubernamentales y edilicios con asiento en la provincia Dajabón, asuman de una vez por todas su obligación para con los escolares de este plantel y la comunidad de Pueblo Nuevo y ratificó, una vez más, la necesidad de que se proceda con la construcción de un nuevo y más amplio plantel o, en su defecto, encaminar las debidas reparaciones que requiere con urgencia la actual edificación.
Con emotivas palabras, el maestro agradeció los donativos en nombre de los educandos y sus familiares y externó su profundo aprecio a los antiguos alumnos del plantel y demás relacionados que hicieron realidad este anhelado sueño.
La emoción y la alegría patentizada en las fotos que acompañan este escrito explican mejor que mil palabras la importancia de gestos como el que nos ocupa y nos estimulan a seguir tocando puertas y continuar desarrollando gestiones en esa dirección.
Junto al ‘profe’ Sucre Leclerc y en representación de mis familiares oriundos de Pueblo Nuevo y otras comunidades de la provincia Dajabón, que contribuyeron para hacer realidad este sueño, así como en nombre de otros tantos amigos solidarios residentes en New Jersey y New York, felicito calurosamente a Maritza, Nancy, Zolanda e Ignacio, por haber llevado a cabo con eficiencia y abnegación este milagro del amor y la solidaridad.
Y en este Día de Acción de Gracias revestido de tanta significación para la Nación que nos acoge solidariamente, a todos los que contribuyeron para lograr que se tiñera de verde la esperanza de los niños de mi amada frontera, les expreso:
Gracias del alma!!
Noviembre 25, 2010; NYC
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