Por el Río Manatí
va sonando una tambora
con la rumba más sonora
del pueblo donde nací.
Va toda mi gente allí
con la bandera y la cruz
dando gracias a Jesús
y al altísimo Dios Padre,
contentísima, compadre
porque pusieron la luz.
No se compara con nada
lo que mi gente pasó,
lo duro que trabajó
día, noche y madrugada,
para ver iluminada
su amada comunidad.
Mire que a decir verdad
no es cualquiera que lo aguanta,
pero ahora se levanta
hecho el sueño realidad.
Por darnos la voluntad,
alabado sea el Señor
que nos unge con amor
y el poder de su verdad.
Por la solidaridad
y su espíritu valiente,
¡que viva toda mi gente,
la que derrama sudor
conquistando con honor
un futuro diferente!
Cristino Alberto Gómez
6 de junio del año 2008
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